viernes, 24 de junio de 2016
¿Sufres o sanas? ¿Cuál es tu naturaleza?
El
hombre ha creído durante milenios que su naturaleza era sufrir, creyó
que nuestro paso por este mundo estaba basado en el dolor, el
sufrimiento, la escasez y la privación de todo aquello que le podía dar
satisfacción o alegría. Creyó que había venido a esta dimensión a
padecer y a expiar sus pecados o errores.La verdad nada más lejos de la
realidad…, nuestro trabajo, nuestra misión o servicio está basado en
llegar a comprender que… venimos a aprender desde los niveles más bajos
de la creación, a través de la experiencia y la elección de vivir
aquello que decidimos y elegimos.
El
ser humano se ha autoimpuesto sus propias barreras…, sus propios
aprendizajes para crecer, para crear desde la ignorancia de no saber
quien Es realmente…, él debe investigar y explorarse a sí mismo para
descubrir su naturaleza, su verdadera identidad…
Eligió
un mundo sostenido por la diversidad, la variedad y destinado al
estudio y su integración, pero debe hacerlo desde su interior y no
buscando las claves de sus vivencias desde el exterior… El hombre no
vino a este planeta a analizar, sintetizar y explorar el exterior, sino
su relación con él y cómo lo resuelve y actúa desde dentro de él…
Cuando
el individuo aprende a reconocerse, a verse, a observarse a sí mismo
sin juicio, sin culpa, miedo o control a aquello que se escapa a su
comprensión o entendimiento, entonces comienza a sanar sus heridas
físicas, emocionales, energéticas y de cualquier índole.
El
hombre es Poderoso…, es grande pero se perdió en la ignorancia de no
saberse encontrar, o reconocer… más allá de la materia y de las formas
de pensamientos. Negamos nuestras propias creaciones, nuestras
elecciones, erradas o acertadas, eso no importa.
El
ser humano enfermo…, perdió su vitalidad, su fuerza, su voluntad al
olvidarse de quién era…, qué era y de dónde venía… Se centró en las
creaciones menos activas y menos positivas, en las deficiencias y la
falta… creando desequilibrios energéticos que acarrearon desarreglos
energéticos y como consecuencias enfermedades de todo tipo: física,
psicológica, emocional y material.
La
enfermedad no es más que la ausencia de armonía, de equilibrio, la
falta de calma, de paz interior, es la ignorancia y el olvido de no
saber-te quién eres, y de donde vienes, Es la enfermedad del no Ser…
Para
sanar primero de todo debemos de empezar a querer conocernos realmente a
nosotros mismos, y a amarnos con nuestras virtudes o defectos, pero
desde la aceptación de todas nuestras conductas y vivencias sean cuales
sean, eso no tiene ningún poder.
Busquemos
nuestra verdad, nuestra identidad, nuestros límites, nuestras
reacciones, acciones, nuestros códigos internos y su origen sin miedo o
aprensión, para reconocerlos y sanarlos…
Para
sanar tenemos que buscar más en las motivaciones o el origen de
nuestros conflictos, de nuestras luchas internas, de nuestras
necesidades, carencias o creencias que asumimos ser y que no son nuestra
verdad natural…, pero no para justificarnos, no para criticarnos o
tener un concepto distorsionado de lo que somos, sino para conocer
aquello con lo que nos identificamos y que nos afecta, controla o limita
nuestras experiencias, capacidades o conductas y realidades.
Para sanarnos debemos conocernos profundamente…, sin miedo, juicio, vergüenza… o culpa.
El
ser humano eligió crecer desde la ignorancia, eligió aprender a re
descubrirse, a crecer a través de la experiencia y de la práctica
interior, pero no exterior, sólo que no lo recordamos aún.
El
mundo no está fuera de nosotros, el mundo no es fuera de nosotros,
nosotros no somos desde fuera, nosotros Somos el Mundo… y somos desde
dentro…
Creímos
que teníamos que adaptarnos al exterior, que teníamos que asumir roles y
papeles, aunque no nos identificásemos con ellos. Nada más lejos de la
realidad, el ser humano es Creador por naturaleza…, es decir, crea lo
que proyecta desde su interior, por ello si nos centramos en aquello que
no somos o que no tenemos, es lo que creamos…
Cuándo
te conoces, llegas a la conclusión que tu vida es el resultado de tu
mente y tu mundo interior, que nada de lo que te rodea es ajeno a ti,
que de alguna manera la atrajiste hacia ti, quizás de manera
inconsciente.
El
hombre es pura energía… y como tal la energía es maleable…, es decir
actúa según las corrientes que recibe, no puede existir nada en nuestras
vidas que no hayamos dado pie nosotros de alguna manera.
Para
sanar debes realizar una observación profunda de tu interior, es decir
descubrir donde no existe coherencia y equilibrio en tu vida y mundo. Es
necesario que revises tus emociones más profundas, que identifiques
donde hay una fractura de tu ser, de tu esencia y de tu vida.
¿Donde hay conflictos en tu vida?
¿ Oyes a tu corazón o te dejas llevar por la mente y los juicios ?
¿Que haces con esas luchas internas?
Sea
cuál sea el área o áreas enfermas de tu vida, hay un descuido, una
desatención, un olvido, un conflicto interior…, no escuchas a tu
corazón y allí donde no eres coherente contigo mismo, no actúas de
acuerdo con tu esencia, con tu naturaleza, con lo que realmente sientes.
Por tanto, piensas, sientes y actúas en total desacuerdo contigo
mismo…, aquí está la enfermedad…, el desequilibrio y la fisura
energética y sistemática.
Hay
enfermedades que pueden tener un origen genético, la verdad es que
nuestro ADN es sabio y guarda información, registros de todas las
vivencias y experiencias vividas, que son transmitidas durante
generaciones. El origen es el mismo, es decir, una fractura energética
no subsanada, olvidada e ignorada, un dolor que no se escuchó, una
herida profunda a la que no se le dio la debida atención y no se Sanó…
Si
queremos sanar sea lo que sea, intentemos y busquemos el origen, la
causa que lo provocó, aquello que escondimos, que ocultamos y que nos
hizo daño, nos dolió profundamente y guardamos en nuestros registros, no
lo sanamos, provocando una fractura, una fisura en nuestro cuerpo
energético y después el cuerpo físico.
Cuando
empiezas a sanar en primer lugar aparece todo aquel dolor reprimido y
escondido, las heridas y huellas grabadas en nuestro subconsciente e
inconsciente, debemos reconocerlo para liberarlo, debemos mirar con
suavidad, para aprender y sanar.
La
enfermedad tiene un origen energético, antes que físico.A partir de
aquí empezamos a sentirnos un poco más libres, la carga empieza a
sentirse más light, comenzamos a entender el porqué de nuestras
acciones, reacciones, sufrimientos y dolores, esta es la puerta para la
sanación, para la libertad, nuestra libertad y la libertad de lo que
somos…
Podemos
mejorar cualquier enfermedad con la medicina tradicional, pero si no
sanamos la raíz, la causa, el origen que la ocasionó volverá a
aparecer,no importa cuanto tarde o incluso si no es a nosotros, sino a
nuestra descendencia.
Por
tanto si sufres no estás sano…, todos tenemos dificultades, eslabones
perdidos que debemos encontrar, pero desde el descubrimiento profundo de
que somos los Creadores de nuestra realidad…, pero también los
Sanadores de nuestro mundo y vida…
Busquemos nuestra verdad, nuestra identidad, nuestros límites, nuestras reacciones, acciones, nuestros códigos internos y su origen sin miedo o aprensión, para reconocerlos y sanarlos…
Cuando empiezas a sanar en primer lugar aparece todo aquel dolor reprimido y escondido, las heridas y huellas grabadas en nuestro subconsciente e inconsciente, debemos reconocerlo para liberarlo, debemos mirar con suavidad, para aprender y sanar.
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